¡Atención!

La pornografía, puede llegar a convertirse en una adicción.

Además, influye en cómo podemos entender la sexualidad, cosificando a la mujer, erotizando la violencia y favoreciendo la creencia de falsos mitos sobre las relaciones sexuales. En España no está permitido entrar en páginas con contenido pornográfico a menores de edad aunque actualmente no existen restricciones que controlen este acceso.

La adicción a la pornografía es un tipo de adicción conductual. Implica la falta de control, por la gran liberación de dopamina, para consumir imágenes porno con fines de excitación.

Riesgos y consecuencias del consumo: Aprendizaje de patrones sexuales violentos y machistas, dificultades sexuales, dificultades escolares, problemas de pareja y dificultades sociales, falta de concentración en otras cosas, nos enseña que todo es fácil y solo hay una forma de mantener sexo (coitocentrismo), se centran en solo dar placer a un sexo (el masculino), puede llevar a situaciones de maltrato…

¡Atención!

La pornografía, puede llegar a convertirse en una adicción.

Además, influye en cómo podemos entender la sexualidad, cosificando a la mujer, erotizando la violencia y favoreciendo la creencia de falsos mitos sobre las relaciones sexuales. En España no está permitido entrar en páginas con contenido pornográfico a menores de edad aunque actualmente no existen restricciones que controlen este acceso.

La adicción a la pornografía es un tipo de adicción conductual. Implica la falta de control, por la gran liberación de dopamina, para consumir imágenes porno con fines de excitación.

Riesgos y consecuencias del consumo: Aprendizaje de patrones sexuales violentos y machistas, dificultades sexuales, dificultades escolares, problemas de pareja y dificultades sociales, falta de concentración en otras cosas, nos enseña que todo es fácil y solo hay una forma de mantener sexo (coitocentrismo), se centran en solo dar placer a un sexo (el masculino), puede llevar a situaciones de maltrato…